Memorias Ancestrales

¿Qué son las memorias ancestrales? 

Las memorias ancestrales son  un legado o herencia que nos ceden  nuestros antepasados (nuestra familia)  y que nosotros  aceptamos por voluntad propia antes  de encarnar de  nuevo,  tienen  una finalidad única, reparar o sanar lo que alguna forma ellos no pudieron hacer  y a la vez mostrarnos todos aquellos aspectos de nosotros mismos que hemos venido a  sanar  para poder crecer en la plenitud del  espíritu.

Estas memorias vienen en forma de  paquetes de  información  muy bien codificada y  que se irán destapando poco a poco en la medida en la que el ser  vaya despertando y esté preparado para reparar y comprender que es lo que decidió sanar en esta vida.

Estas memorias,  influyen mucho  en nuestra vida, tanto en nuestra forma de ser, como  de actuar, e incluso en  la forma de nuestro comportamiento,  hasta tal punto que algunas veces nos llevan a actuar de una manera que no se corresponde exactamente con lo que deseamos  hacer en realidad.

Decir que en realidad todas estas memorias nos han creado unos programas, que si queremos sanar deberemos de descodificar, sacarlos a luz para poder  cambiarlos o sanarlos.

En estas memorias están también implicadas una serie de personas o seres  que nos acompañaran  en nuestra trayectoria o paso por la vida para mostrarnos todo aquello que sea necesario para que podamos ver y comprender con la máxima precisión posible y así poder actuar.

Todas y  cada una de estas personas que nos acompañan en nuestro camino son necesarias para nuestro crecimiento.  Unos solo estarán de paso y vendrán a mostrarnos algún aspecto de nosotros que debamos cambiar o transmutar  y luego se marcharán sin más, otros serán  nuestro  espejo  y nos permitirán vernos reflejados en ellos para que podamos comprendernos  mejor,  otros serán nuestros maestros y por estar algo más elevados nos mostrarán toda  su sabiduría.

Si deseamos crecer en la plenitud del  espíritu, deberemos  mantenernos  despiertos y estar atentos a todas y cada una de las señales que  nuestro hermoso universo nos va dejando, pues toda y cada una de estas señales por muy insignificante que parezca,  lleva un mensaje para  cada uno de nosotros.

El que desea  crecer en  la plenitud del espíritu, solo ha de pedirlo  al universo desde el corazón.   Una vez pedido ya no hay marcha atrás y el universo  le pondrá  en el  camino todo aquello que sea  necesario  para despertar  y  sanar.  Luego solo hay que relajarse, caminar y dejar que todo ocurra como está dispuesto desde lo más alto, pues aunque  veces no lo parezca, todo es perfecto.     
 
                                                                                                                     Montse Torres