LOS QUE DESEAN APRENDER.

 


Antes de  que tus ojos puedan ver, deberán ser incapaces de llorar. Para que tus oídos puedan oír, deberán haber perdido toda su sensibilidad.  Antes de que  puedas hablar, deberás haber perdido toda la posibilidad de herir. Para que tu espíritu  pueda elevarse, es necesario que los pies se hayan lavado en la sangre de tu corazón. Si realmente quieres entrar en el templo del saber, deberás buscar en tu corazón la raíz de todo mal y arrancarla, pues solamente el fuerte puede destruirla, entonces de tu corazón brotará sangre,  todas tus heridas quedaran sanadas para siempre,  toda tu vida pasada y presente perecerá para poder renacer de nuevo. Nuevas energías entraran en tu Ser y tu corazón se llenará de amor y su llama permanecerá encendida para siempre. Para entrar en el camino de la Luz, tu espíritu deberá estar puro, limpio de la más breve mancha, pues cualquier impureza  podria impedir tu crecimiento.  Nunca más vivirás en el pasado ni en el futuro, sino en el espíritu y en lo eterno.

Desde lo más profundo de mi Ser te digo que vale la pena vivirlo.