RETIRARSE

Retirarse, es aislarse de todo para encontrarte contigo, es darte una oportunidad para conocerte mejor.  Si sientes que necesitas retirarte, es porque sabes  que es necesario  para tu crecimiento, tu alma te lo está pidiendo a gritos desde hace mucho tiempo, atiéndela no la ignores más.  Eso no significa para nada que estés solo, simplemente te retiras porque tu Ser así lo ha decidido y porque ahora necesitas todo tu espacio y tu tiempo  para concluir y cerrar todo el trabajo de limpieza y depuración de tu Alma, que por mucho tiempo dejaste de atender.

Retirarse puede también formar parte de tu plan divino, porque ya despertaste y ahora eres consciente de muchas cosas que antes no podías ver porque estaban ocultas por los velos del olvido.

Retirarse es darte el permiso para ver más allá del plano físico, darte el permiso para sanar y no sufrir más.

Retirase es un gran regalo, quizás uno de los mayores  regalos que puedas hacerte, porque quiere decir que ya estás preparado para ver y para enfrentarte a tus miedos a tus egos, a tus programas ancestrales, a ser consciente de tus creencias limitantes y a todo aquello que te ha mantenido encadenado durante tanto tiempo.

Retirarse puede ser duro, porque cuando salen a la luz los programas del inconsciente  para que puedan ser liberados, todo cambia en ti y puede resultar ser muy doloroso, porque te das cuenta de tus carencias, de tus miedos y eso te puede llevar a tomar decisiones que para ti  eran impensables,  pero nada que no puedas controlar, pues no  olvides que antes de encarnar tú ya decidiste que querías sanar toda esa parte de tu historia e incluso sanar traumas de tus vidas pasadas.

Si decides retirarte, piénsalo bien porque una vez hayas iniciado tu proceso ya no hay marcha atrás, y entrarás en un torbellino de cosas tan grande que te parecerá que no lo vas a soportar, que no podrás con todo, pero está tranquilo bello Ser y confía porque a pesar de retirarte, nunca vas a estar solo, siempre aparecerán en tu camino esas almas compañeras, con las que ya pactaste este reencuentro para ayudarte en tu crecimiento.

Unas almas te mostrarán tus  miedos, otras tus programas ancestrales, otras tus carencias, otras las viejas heridas del pasado y  otras te mostraran  el dolor que hay en ti oculto durante mucho tiempo, porque decidiste esconderlo para que nadie lo pudiera ver pensando que podías soportarlo y para no hacer sufrir a los demás, pero sin darte cuenta que la única persona que sufría eras tú y entonces te olvidaste de ti.

Otras almas aparecerán y te acompañaran para que puedas sanar tus viejas heridas, y te atenderán para que todas tus necesidades se puedan ver cubiertas y para que te des cuenta que eres un bello Ser nacido de la Luz, que has venido a experimentar y a recordar quien eres.

Todas y cada una de esas almas que te acompañan en tu camino te ayudarán en tu proceso de cambio, todas y cada una de ellas es importante, está atento bello Ser pues todas y cada una de ellas trae mansajes para ti, mensajes que te ayudarán a crecer en la plenitud del espíritu.

Si estás leyendo esto bello Ser de Luz, no es casual y lo sabes, es porque de alguna forma te sientes identificado en todo este proceso de cambio, y sabes que esta sea quizás la última de tus batallas, y puede que sea la más dura.

Mantente firme bello Ser y no decaigas, pues todo forma parte de tu proceso, pronto saldrás de esa oscuridad que parece que ahora te invade y morirás para poder  renacer de nuevo a una nueva vida llena de luz, de color, llena de abundancia tanto en el dinero como en el amor y recordaras quien eres, pues tu eres uno con el universo y el universo es abundancia para todos, tu eres abundancia, date el permiso para recibirla y abre tu corazón y tu alma a ese preciosos universo que te ha estado esperando desde hace mucho tiempo.

Valorarte, amarte y  respetarte, es el mejor de los regalos que te puedas hacer.  Atiende a tu alma camina y crece en la plenitud del espíritu, pues tu eres un Ser precioso de Luz y mereces lo mejor.

                                                                                                                                  Montse Torres