El Caballero Negro

 

 

De familia humilde nació, en tiempos de pobreza

De madre noble y sumisa, de padre dictador

Cuatro varones nacieron y una hembra la mayor

Aunque había dificultades  y momentos de dolor

Todos los hermanos  crecían  bajo la luna y el sol.

 

Difíciles tiempos aquellos y de gran dificultad

Con un padre ausente, por tener que trabajar

Sola la madre a sus estrellas,  tuvo que criar.

Gran guerrera era,  y con  mucho amor maternal

Cumplió con su cometido, hasta que tocó  soltar.

 

El caballero negro a la adolescencia llegó

Y por muchas carencias vividas su alma oscureció

Y en la mitad de la noche su vida sucumbió

En una época oscura, de caos y desesperación

Por las calles deambulaba y como mendigo calló.

 

Para cuando se dio cuenta, estaba ya muy atrapado

Y en su interior habitaban, odio,  rabia y mucho llanto.

Dejó entonces de amarse, de valorarse y respetarse

Todo le daba igual, su vida era un desastre

Ni siquiera volvía a casa, dormía en las calles.

 

Una mañana de lluvia, en la que despertó empapado

En un charco se miró  y se quedó  asombrado

De ver como  siendo  fuerte, estaba tan derrotado

De ver segada su vida,  por no comprender su pasado

Por vivir en la carencia de un amor paterno no encontrado.

 

Lloró amargamente por verse en aquel estado

Salió corriendo a su casa, necesitaba un abrazo

Allí estaba  su madre que le esperaba llorando

Se abrazaron fuertemente y juntos los dos lloraron

Pidió perdón a esa dama por el sufrimiento causado.

 

Ayuda pidió el caballero, los ángeles le ayudaron

Lo custodiaron a un templo para limpiar su pasado

En una gran sala entró, para que se pudiera mirar

Y en el espejo de verdad, pudo ver  su realidad

Se abrazó a  si mismo, amargamente rompió a llorar.

 

Lloró durante días, hasta que las fuerzas  perdió

en profundo sueño calló, y durante días durmió

Llegó entonces un mago que con su barita toco

A aquel  ser  derrotado, empapado de dolor

Dándole luz  a su vida y grandes ríos  de  amor.

 

Al despertar de aquel trance que no parecía acabar

Pudo mirarse de nuevo en el espejo de la verdad

Dándose cuenta  entonces de que  sentía libertad

Algo había cambiado aunque no sabía el que

Pero entonces se dio cuenta que había vuelto a renacer.

 

Fue consciente de este cambio hacia esa libertad

Fue nombrado caballero de  gran responsabilidad

Sintió clara su misión,  había venido a ayudar

Hoy dirige un centro con seres a los que cuidar

Que también se perdieron un día en inmensa oscuridad.

 

                                             Montse Torres Ocaña